Asesinos, NO; negligentes, incapaces y soberbios, SÍ

A lo largo de estos días tan terribles, he sido, como todo el Partido Popular, leal y comedido a la hora de valorar la desastrosa actuación del gobierno socialista en la crisis del coronavirus. A día de hoy tenemos 102.136 infectados y 9.053 fallecidos según las cifras «oficiales». No son números reales, algunos expertos estiman que, si se hubiesen hecho test en tiempo y forma, la cifra de infectados se multiplicaría al menos por cinco. Pruebas diagnósticas que, por cierto, sí se están haciendo en todos los países del denominado ‘primer mundo’.

 

Pero no voy a confundir lealtad con mirar para otro lado. No voy a consentir que este gobierno socialista y comunista, negligente, incapaz y soberbio, utilice la mentira como vil y nauseabunda excusa culpando al Partido Popular para eludir su irresponsabilidad.

 

Ahora han emprendido una campaña mediática con la cantidad de fallecidos en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid. Claro que muere gente mayor en las residencias madrileñas. Y en las castellano-manchegas, en las catalanas y en las extremeñas. Y en las andaluzas y castellano-leonesas. Por desgracia tenemos que lamentar muchas muertes. Incluso de gente joven. En Madrid y en toda España.

 

De igual manera he tenido que escuchar de esta izquierda tan manipuladora como rancia, y que ha perdido cualquier sentido del decoro, que la cantidad de muertos en España se debe a los recortes sanitarios realizados por el Partido Popular. Es vergonzoso escuchar eso en boca de un PSOE que arruinó España, que quebró la sanidad pública, que congeló las pensiones, que enterró nuestra credibilidad internacional y que vació las neveras de nuestras casas. Sería jocoso escucharles si no fuese porque por culpa de esta situación mal gestionada, una vez más por el Psoe, están muriendo muchos compatriotas.

 

Les aseguro que nunca he sido más cauteloso que estos días con la valoración de esta situación porque lo principal es que se acabe esta pesadilla que a todos nos toca. Cauteloso a pesar de los incesantes mensajes de infinidad de españoles que han emitido todo tipo de calificativos a Pedro Sánchez y a los ineptos que a su lado gobiernan España. El más grueso de ellos: asesinos. No lo comparto, porque no creo que ningún responsable político tenga la intención de ‘matar’ a un ciudadano. Pero les prometo que es muy difícil disuadir a personas que han perdido familiares y amigos o que han estado al borde la muerte, para que no utilicen la palabra asesinos cuando tratas de consolarles. Desgraciadamente me ha pasado demasiadas veces estos días.

 

He intentando ser comprensivo y empatizar con el denominado ‘mando único’, pese a la cantidad de errores e improvisaciones que están cometiendo. Pero ese gen de la izquierda mediocre que tienen de culpar a otros de sus despropósitos, aunque sean descomunales, ha ratificado algo que ya sabía: además de negligentes, incapaces y soberbios, actúan con mala fe.

 

 

Son negligentes, porque el Gobierno de España no es culpable de la existencia del virus, pero sí son los responsables de no haber tomado las medidas oportunas para protegernos mejor del virus. Son responsables por no habernos confinado en tiempo y forma; por hacer caso omiso a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que venía advirtiendo del peligro desde hace meses como han reconocido dos ministros; por no decretar el estado de alarma hasta cuatro días después de que el propio gobierno diera la voz de alarma y todo por sus luchas internas; por no haber suspendido concentraciones ni manifestaciones, al contrario han incitado y animado a realizarlas pese a conocer el consiguiente peligro. Entre otras, una imprudencia absoluta fue permitir la manifestación politizada del día 8 de marzo (en Leganés fue el día 9, que no se nos olvide). Y lo peor, por no decir la verdad sobre las características de un virus tan letal. “Poco más que una gripe de la que sólo tendremos unos pocos casos aislados”, dijeron. Porque eso fue lo que dijeron.

 

 

Son incapaces y lo son únicamente ellos. Ellos, que designaron un mando único. El único que manda, por pura definición. La conclusión es que son los únicos incapaces. Nadie tuvo tanto poder en democracia en España. Nadie lo usó de forma tan inepta. Pasada la negligencia llegó la incapacidad: jamás han llegado a tiempo a casi nada y casi todo lo han hecho mal. Mal está no prever y proveerse de material médico ante las advertencias de la OMS, peor aún es la gestión y la nula diligencia en la adquisición de este material.

 

Es demencial criticar al gobierno de la Comunidad de Madrid, que se las hubiese apañado mucho mejor solo, cuando miras los datos. Desde el ‘mando único’ han llegado a Madrid cero buzos, cero gafas de protección, cero soluciones hidroalcohólicas y cero respiradores. Se han recibido 1,1 millón de guantes cuando se necesitaban 8,5 millones, 82.000 batas frente a las 465.000 necesarias, 6.970 mascarillas profesionales cuando se precisaban 240.000, 229.604 mascarillas quirúrgicas frente al millón de unidades que se demandaban.

¿Y los test masivos tan necesarios? Dijeron, porque  fue lo que dijeron, que no eran necesarios. Lo dijeron en contra de la opinión de la comunidad científica mundial. Total, como no nos iba a afectar casi nada… Luego ya sí, se fueron a comprar test. Y ni eso supieron hacer. Los compraron no homologados y defectuosos. Y lo penúltimo, porque lo último siempre está por llegar: han tomado decisiones económicas de un calado tremendo sin encomendarse a nadie. Sin calcular los costes. Un cese de actividades no esenciales hecho sin pensar y olvidando sus devastadoras consecuencias financieras.

 

 

Y son soberbios. Tres veces soberbios. Soberbios porque no han tenido en cuenta a la oposición. Una oposición, encabezada por el Partido Popular, que les da mil vueltas en gestionar crisis de todo tipo. Tenemos mucha experiencia en gestionar las crisis que genera el PSOE. Mientras ellos se ‘bunkerizan’ nos dicen que al virus lo venceremos unidos, que juntos podemos… Claro que lo venceremos juntos, los españoles: no ellos solos. Ellos solos son incapaces de vencer a nada ni a nadie.

Soberbios porque son incapaces de pedir perdón a todas las personas que se juegan la vida cada día por no poder trabajar en las mejores condiciones ya que el gobierno social-comunista no les proporciona medios. ¡Si en su ruindad se han atrevido a decir que nuestros sanitarios se contagiaban del virus porque se iban de viaje con sus familias sin guardar las medidas de protección!

Y esa soberbia les impide también pedir perdón a todas aquellas familias que no han podido ni siquiera despedirse de sus seres queridos.

 

Sin desdecirme de lo escrito, porque es la verdad, este portavoz del Partido Popular de Leganés les pide el perdón que ellos jamás le pedirán, les da las gracias por ser tan responsables quedándose en casa y les anima a que, desde el imprescindible confinamiento, sigan colaborando en todas las iniciativas solidarias que han surgido para ayudarnos a todos en este trance tan duro para España y para el mundo entero.

 

Yo seguiré arrimando el hombro con el máximo esfuerzo y humildad. Seguiré ayudando y no poniendo palos en las ruedas como contrapunto a negligentes, incapaces y soberbios. Y lo haré por mi país y por mi ciudad. Un gran país y una gran ciudad porque ustedes, españoles y leganenses, son los que verdaderamente siempre están a la altura de las circunstancias por muy adversas que sean. Ustedes hacen grande a España y a Leganés. Gracias.

 

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